Editoriales Rebeldes
PERÚ: UN PAÍS, DOS CULTURAS
En estos días, los hermanos peruanos están protagonizando importantes manifestaciones. Se trata de una transición entre el poder de quienes se identifican con la cultura de los conquistadores y que todavía siguen gobernando y la de quienes simbolizan un nuevo modelo capaz de dar su lugar a la identidad y cultura de los descendientes de los pueblos originarios.
Pero… Perú no es un país cualquiera. Desde lo que hoy son sus tierras se propagó, en los tiempos precolombinos, el imperio incaico - el más importante de Nuestra América -, cuya extensión se adentraba en territorios que hoy forman parte de nuestro país. Allí tuvo su sede el Virreinato del Perú, del cual éramos parte. Hasta su capital - Lima - llegaron las fuerzas libertadoras del Ejército de los Andes, cuyo Jefe - José de San Martín - selló, junto a Simón Bolívar, la independencia sudamericana y fue declarado Protector del Perú.
Su población indígena es, junto a la boliviana y ecuatoriana, de las más importantes de la región. Las lenguas quechua y aimara se extienden por toda el área andina, constituyendo un vínculo de pueblos que hoy reconocen diferentes nacionalidades.
Su campesinado, sobre todo en la Sierra, está organizado en unas 5 mil comunas que controlan el 15% de su territorio y radica un 20% de la población nacional, pero hasta allí no llegan las políticas costeras.
De un modo semejante a lo ocurrido dos siglos atrás, la región andina sigue siendo el escenario donde se están jugando los aspectos centrales del predominio cultural para los próximos tiempos.
En el siglo XIX, toda Nuestra América sujeta al dominio de España logró independizarse políticamente, pero cayó bajo el dominio de quienes tenían el poder de los puertos y el control del comercio internacional. Allí naufragaron los triunfos de aquella independencia, pero no la voluntad de recuperarlos.
El Perú de hoy, con 7 presidentes en los últimos 5 años, es una muestra de una crisis histórica no resuelta. Por un lado, el Perú de los pobres, el Perú indígena, el de la sierra y la selva. Allí desde hace 5 siglos se padece el desprecio y genocidio por parte del otro Perú, el de los blancos, el de la costa, el Perú de Lima, donde radica el poder. En ambos la presencia indígena es importante, siendo aún mayor la de los mestizos, pero éstos últimos - en la sierra y en la selva - se integran mayoritariamente a los intereses y cultura indígena. Ésta choca con el poder y los valores del progreso y ascenso individual de los blancos limeños.
Un reciente Golpe de Estado, de estos “golpes institucionalistas” con fuerte protagonismo parlamentario (Haití 2004; Honduras 2009; Paraguay 2012; Brasil 2016 y Bolivia 2019) encarceló al Presidente peruano Pedro Castillo semanas atrás. Este nuevo Plan Cóndor o renacer de la Doctrina de Seguridad Nacional puso fin a un gobierno débil y vacilante, elegido por el pueblo pobre. Pero este nuevo Golpe desató la ira contenida durante siglos contra las élites que gobiernan desde Lima, sin atender a las demandas y cultura de estos pueblos sumergidos.
Estos mismos pueblos cobijaron la heroica acción de Tupac Amarú y su intento independista. De la derrota de esa gesta y de la unidad querida por nuestros primeros patriotas nacieron los países de Nuestra América que hoy conocemos, que en pocos años se dieron las constituciones liberales que aún perduran.
La obscena desigualdad que separa a estas dos realidades que conviven bajo el nombre de Perú explica el intento del pueblo pobre por llegar a Lima y ocuparla.
Justificando y naturalizando esa fractura, la Presidenta usurpadora ha dicho que “Puno (una de las zonas más críticas) no es Perú”.
Nunca sabremos la cantidad de luchadoras y luchadores caídos, que están pagando con su vida el precio de ese intento por rescatar soberanía.
El poder ya hizo pública su política: Reprimir. El pueblo tiene la suya: Resistir. Es conmovedora la actitud solidaria de los pueblos indígenas de la sierra y la selva, manteniendo la logística de los miles de manifestantes. También se destaca la actitud de los jóvenes que abrieron las puertas de la Universidad para acoger a los manifestantes. No es menos emocionante el gesto de comunidades indígenas bolivianas que acercan comida a sus hermanos del Tahuantinsuyo (donde “tahuan” es 4 y “suyo” equivale a región) Es decir, las 4 regiones originales del imperio incaico y que la Confederación Peruano-boliviana intentó reunificar (1836/1839)
No son pocos los gobiernos, algunos de ellos de pensamiento progresista, que no quieren ver este drama del pueblo peruano. Dicen hacerlo en nombre de una democracia, que está fundada en principios jurídicos e institucionales de origen occidental que han avalado y avalan el genocidio del pueblo indígena.
Es imposible saber el destino final de la lucha que hoy está librando el pueblo peruano. Pero no quedan dudas acerca de que ella es un eslabón de esas transiciones que comienzan a recorrer nuestros pueblos en búsqueda de su segunda y definitiva independencia y por un nuevo modelo social, donde los valores de solidaridad y colaboración sean superiores al egoísmo y la ganancia que hoy rigen en nuestras sociedades.
VACA MUERTA: “ZAFAR” HOY, ¡QUE PAGUEN LOS QUE SIGUEN!
Da la impresión de que los jerarcas de los países petroleros, con el Mundial de Fútbol y otras cuestiones que parecen de otro planeta - las cuales van desde inimaginables “ciudades del futuro” hasta fabulosos contratos futboleros -, se han ganado la admiración de nuestra dirigencia. Acorralados por su ineptitud y/o su escasa voluntad de confrontar con los poderosos, nuestra dirigencia pretende salir de los actuales atolladeros trasladando la crisis a las próximas generaciones.
Por ello en vez de planificar una política distinta y de largo plazo, optan por respuestas más sencillas y directas como Vaca Muerta, aunque con ello hipotequen el futuro. Disputan un reconocimiento de su participación protagónica porque saben que el sistema se lo retribuirá, considerándolos “estadistas”.
Pruebas al canto, Alemania procura amortiguar los efectos de la falta de gas proveniente de Rusia adquiriéndolo a los EEUU. La reciente llegada del primer cargamento al puerto alemán de Wilhelmshaven motivó una dura respuesta de la Asociación Alemana de Ayuda Medioambiental. Se trataba de gas proveniente de una fractura hidráulica, extraído mediante el sistema de fracking. Según esa denuncia, ello motiva elevadas emisiones de metano (uno de los gases que produce el “efecto invernadero”), que podría provocar terremotos y supone el consumo de varios millones de litros de agua por perforación. Siendo prohibido en algunos Estados norteamericanos y países europeos. Por eso fue calificado como un “golpe histórico a la protección del clima y la naturaleza”. Pero, claro… para esta dirigencia ese problema es de las generaciones futuras.
Prácticamente toda nuestra dirigencia actual comparte esa perspectiva y lo que ocurre con Vaca Muerta lo certifica. Su distancia de los grandes centros urbanos y la complicidad de toda la “gran prensa” le han quitado trascendencia a ese problema que ya comienza a pagar esta generación y que será trasladado a las siguientes.
El pago de la deuda fraudulenta contraída con el FMI, las inversiones necesarias para la construcción de gasoductos y los recientes acuerdos con Brasil contarán con el beneplácito de los organismos financieros internacionales y seguramente serán aplaudidos por toda esta dirigencia.
Primero fuimos endeudados, ahora nos ofrecen la posibilidad de ir zafando al precio de un extractivismo que sigue destruyendo esta realidad y lo que vendrá.
CELAC, VENEZUELA, LULA Y “SUR” (MONEDA REGIONAL)
Esta semana se realizó en Buenos Aires, la VII Cumbre de la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) Participaron representantes de todos sus países miembros, incluida la presencia de 13 jefes de gobierno.
Se trata de una organización regional de tipo intergubernamental, fundada en el 2010, que agrupa a 33 naciones de la región y está destinada a la promoción del desarrollo e integración de los mismos.
Fue impulsada por los gobiernos progresistas de Cuba, Venezuela y Nicaragua, con la finalidad de integrar a sus aliados de Centroamérica y el Caribe, contando con el aval de países sudamericanos.
Sus acuerdos no son vinculantes y la reunión de Buenos Aires estuvo marcada por dos hechos significativos: La presencia de Lula, como manifestación de una renovada y efectiva participación brasileña, y el cambio del Presidente Pro Témpore que estaba ocupado por el argentino Alberto Fernández. Por acuerdos preexistentes, pasó a manos del primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, un dirigente próximo a los gobiernos de los países fundadores de este foro.
No dejó de llamar la atención la ausencia de Nicolás Maduro, Jefe de Gobierno venezolano. Lo fundamentó en que su presencia quería ser usada para una emboscada a su persona. Se trataba de reclamos de venezolanos residentes en nuestro país y del petitorio de Patricia Bullrich para que sea detenido por las acusaciones de violaciones a los derechos humanos. Una maniobra más en el camino de aislar al gobierno de ese país.
Lula fue la figura protagónica de este Encuentro. Por la importancia del reingreso de Brasil a la CELAC; por los múltiples y formales homenajes ofrecidos; por el trato preferencial dispensado por el Presidente Fernández, y también por no haber pasado por el montaje fotográfico armado por Cristina en su despacho del Senado. Por allí desfilaron, en el carácter de audiencias oficiales, Xiomara Castro, Presidenta de Honduras y los Presidentes de Bolivia, Luis Arce y de Colombia, Gustavo Petro.
Por último, a partir de los encuentros entre Lula y Alberto Fernández tomó vuelo una idea que ya tiene muchos antecedentes. Hablamos de una moneda común. No es mucho lo que se sabe sobre sus características, pero es mucho más lo que ha trascendido acerca de su denominación: “Sur”.
Argentina y Brasil encabezan
esta idea, que podría ampliarse al resto de la región.
A diferencia del Euro, que reemplaza a las monedas de los países que adhieran al mismo, Sur no ocuparía el lugar de las actuales monedas locales: El peso argentino y el real brasileño seguirían funcionando con sus respectivos roles locales. Según las ideas más escuchadas en el entorno de los dos gobiernos que la propusieron sería una moneda virtual común puesta originariamente al servicio del intercambio comercial entre las partes.
De este modo saldríamos de los condicionamientos del área dólar y se contribuiría a mejorar las condiciones para el intercambio regional.
La idea, además del
aval de los presidentes, ha recibido variados apoyos y críticas.
Lula la imagina - para no depender del dólar - como una moneda común en los países del Mercosur, tal como se intentó hacer en los países del BRICS, sin haberla concretado hasta el presente.
Maduro fue el primero en volcarse a favor de la nueva moneda, sosteniendo que Venezuela está preparada.
Según estimaciones del Financial Times esta posible moneda representaría el 5 % del PIB mundial. Actualmente, la moneda común más fuerte es el euro, con casi 14 % del PIB global.
El gurú del mundo tecnológico y propietario de Twitter, Elon Musk, dijo que la iniciativa "probablemente sea una buena idea".
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, adelantó que su país no se sumaría a esta propuesta porque “tienen muchas razones para seguir manteniendo como referencia al dólar". Propuso la “unión de todos los países de América, pero integrando a EEUU y Canadá, lo que nos transformaría en la región más importante del mundo”.
Los economistas del sistema recibieron la noticia con una mirada crítica y Sergio Massa pareció poner distancia al plantear que “no hay que crear falsas expectativas” y que llevar adelante la nueva moneda demandará muchos años y que ese anuncio es solo el puntapié inicial.-
JUAN GUAHÁN
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