Roberto Cirilo
Perdía, “El Pelado”, fue más que un dirigente: es un símbolo de lucha,
convicción y entrega en la historia de la militancia revolucionaria argentina.
Como comandante montonero, encarnó el compromiso de toda una generación que
soñó con un país más justo y equitativo, enfrentando con valentía los desafíos
de una época convulsa.
Desde sus años
de formación como abogado hasta su papel como líder en Montoneros, Roberto
dedicó su vida a estar al lado de los más humildes de nuestra patria, asumiendo
riesgos y responsabilidades en la lucha contra la dictadura y en la resistencia
popular. Su legado no solo se inscribe en la memoria de quienes tuvimos el
honor de compartir su camino, sino también en las páginas de la historia
argentina, donde su nombre resuena junto a los de tantos compañeros y
compañeras que ofrecieron su vida por un mundo mejor.
Digno ejemplo
de coherencia revolucionaria sigue más vivo que nunca en las luchas actuales,
en cada acto de resistencia y en cada compañero y compañera que levanta sus
banderas. Su lucha continúa en la OLP Resistir y Luchar – Prisioneros de
Esta Democracia, que mantiene en alto sus ideales y su compromiso con la
transformación social.
Hoy, a un año
de su partida, al rendirle homenaje, reafirmamos la importancia de la memoria
histórica y el compromiso con las causas por las que él y tantos otros
lucharon. Porque los ideales no mueren.
Poema de la resistencia
No se apaga la estrella en la noche,
ni se calla la voz del que lucha,
aunque el tiempo arrase las huellas,
aunque el miedo levante su muralla.
Porque hay nombres que siguen
ardiendo
como brasas en la historia y la sangre,
porque hay pueblos que no se arrodillan
aunque el viento los azote y los cambie.
Y si un día caemos de pie en la
batalla,
que el fusil de la idea no muera,
que otros brazos levanten la antorcha
y la patria nos siembre en su tierra.
¡TE EXTRAÑAMOS, COMANDANTE!
LOMJE
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