viernes, 5 de abril de 2024

Orientaciones para la acción en la palabra de un sabio

DEVOLUCIÓN DE ROBERTO PERDÍA

EN TALLER VIRTUAL DE FORMACIÓN 2021

Dos años después de la realización de este taller virtual destinado a militantes bonaerenses seleccionadxs por el Secretariado, cuyas conclusiones consignamos aquí, - más precisamente en Abril de 2023 -, Roberto Perdía cumplió con la palabra empeñada en su desarrollo, y encaró otro de carácter presencial, que esa vez incluyó a TODXS lxs referentes de AMBA y su activismo más destacado, durante cuatro encuentros celebrados en la Mutual “Sentimiento” de Chacarita (CABA), como lo testimonia la foto que encabeza este invalorable documento.

 

Roberto Perdía: Son interesantes algunos datos que surgen de esos Trabajos Prácticos Finales. Pertenecen a tres compañeras y tres compañeros. De Zona Norte hay una compañera, Herminia; de Florencio Varela hay dos compañeras; de La Plata hay una compañera y un compañero. Estos son los participantes de nuestro taller de formación que arribaron a un resultado final.

Yendo a los contenidos - después haré una síntesis final de todos, pero quería analizar más o menos uno por uno -, comienzo con el trabajo de la compañera Herminia, de San Martín. Seré muy breve, si no, no habría posibilidad de que podamos revisar todos y que ustedes a su vez puedan opinar. Del aporte de la compañera me parece importante el señalamiento que hace acerca del aspecto político del distrito, en el sentido de dónde coloca la responsabilidad de lo que está pasando en términos concretos, básicamente en el gobierno del PJ, y de los sectores que tienen peso en la política y en la sociedad, como La Cámpora (básicamente ligada a sectores con cierto nivel de formación, muchos universitarios), los sectores evangélicos, y después la influencia de los narcotraficantes en el control territorial. Hay un tema que me parece importante, es muy buena la descripción que hace acerca de dónde está concentrada la represión en la zona, donde se articulan el tema político, el judicial y el policial. San Martín es justamente un distrito clave, por lo menos en la Zona Norte y creo que en todo Buenos Aires, del desarrollo del narcotráfico. Además de esa articulación que tiene el narcotráfico entre justicia, poder político, y represivo, la compañera inclusive identifica lugares físicos, comisarías en las cuales está concentrado. Me parece un dato muy importante y muy valioso para este momento y para el futuro de lo que hagamos en la zona. Quiero señalarles otra cosa: en la parte productiva marca un elemento que ha aparecido ayer en nuestra plataforma comunicacional, sobre el taller de serigrafía y demás, acerca de lo que se está haciendo. Pero hay un elemento que me gustaría desarrollar porque me parece que está señalado como un problema planteado para el conjunto, referido a las cooperativas de trabajo. Yo creo que está bien eso. Pero no olvidemos nuestra concepción de las cooperativas de trabajo. El trabajo productivo no está ligado sólo a que produzcamos, ni siquiera solamente a que mejore un cachito la situación material, lo cual es importantísimo, sino que está planteado como un tema estratégico en el sentido de incorporar la producción, distribución y consumo a manos del pueblo como una respuesta no capitalista al sistema en la construcción cotidiana, que no se cierra en sí mismo como una especie de pequeño enclave, sino que construye una nueva realidad. Este tema brinda una de las claves que habrá que trabajar en el futuro, desarrollándolo y desplegándolo, porque si no corremos el riesgo de que la estrategia productiva quede como lo que apareció en la crítica de un compañero en la reunión del Frente de Lucha Piquetero, como algo que solamente atiende a la subsistencia, a mejorar un cachito el ingreso, y no es solamente eso, se arranca por ahí porque es lo que tenemos, pero el objetivo es mucho mayor y es de tipo conceptual, es de construcción de un nuevo modelo de gobierno. Entonces, esto nos parece que es importante señalarlo, porque si no corremos el riesgo de reducir esta idea de trabajo, producción y consumo en manos del pueblo a una tarea medio hippoide, o de mera subsistencia, o lo peor de todo, como precarización del trabajo, y nada de ello es lo central o es lo importante de lo que estamos proponiendo. Esto que señalo no es un problema de la compañera ni de San Martin, sino una situación que hay que analizar y desarrollar para el conjunto de la organización.

En el informe de la compañera Andrea, de La Plata, me parece que lo más importante es que señala que su participación es reciente en la organización, y hay dos conceptos que me parecen muy interesantes. Uno se refiere al tema de los planes, el sistema de asistencialismo como punto inicial del desarrollo militante ante la situación de crisis que estamos padeciendo, lo cual me parece un dato interesante porque marca, por un lado, la razón por la cual se toma ese camino: atender a la subsistencia de los compañeros, al tema cotidiano del alimento, de un mínimo ingreso, etcétera, y a su vez destaca el riesgo del techo que pone el actual Estado Nacional, que desde por lo menos los últimos 20 años, sostiene tareas que prácticamente se agotan en el asistencialismo, y obviamente la salida no es esa. Nosotros no apuntamos solamente a que los compañeros puedan comer el día de mañana, lo cual es obviamente imprescindible, sino a que además podamos construir a partir de eso una nueva respuesta de tipo política. Entonces ese señalamiento de la compañera me parece un dato importante para ver los pros y los contras de este tema, dado que el punto de partida de nuestra construcción organizativa es, en la mayoría de los casos, cubrir las necesidades urgentes, las demandas inmediatas que existen en gran parte de la población. Esto no hace falta fundamentarlo, está en todos los datos, en todas las cifras, etc. Nos encontramos con que más del 50% o del 60% de los chicos, de los niños y jóvenes, están por debajo de la línea de pobreza. Me parece importante ese señalamiento, porque por ahí ese análisis general no lo incorporamos a la práctica cotidiana. Entonces, si nosotros queremos trabajar con los sectores que son protagonistas de una nueva transformación social, nos encontramos con esa realidad, no hay forma de encontrarse con otra. El problema es de esa realidad poder pegar un salto hacia otra cosa en nuestra organización. Porque el Estado no lo ha logrado resolver ni por casualidad, sino que se ha quedado anclado en el asistencialismo. Entonces me parece importante el señalamiento de la compañera, y - además - que la inserción inicial de los compañeros de La Plata, en su mayoría, se corresponde a sectores periféricos, y nuestros puntos de acceso parte de los merenderos o comedores. Es un poco lo común.

Un tercer informe al cual quería referirme es el de la compañera Karen, de Florencio Varela, donde hay dos reivindicaciones que, después a alguna de ellas la reitera la compañera Carina, y que es el tema de una práctica particular. No me parece que sea la práctica general, pero por eso mismo es muy importante destacarla. Me refiero al tema de cómo se aborda el problema del futuro, cómo abordamos el problema de la presencia narco y del dominio de la zona por esos grupos. En tal sentido, las compañeras señalan acá dos cuestiones que es importante no olvidar. Una de ellas es la existencia de pequeños grupos de la comunidad donde se desarrolle esta idea y se la discuta, se la debata, se la puede discutir incluso sin llegar al debate político ideológico. Y, en segundo lugar, me parece fundamental el tema del arraigo, el asentamiento del trabajo referido a las niñeces, lo cual no es para mañana, evidentemente. Un niño de 7, 8, 9, 10 años, no va a producir una política para el día de mañana. Sin embargo, esa es una orientación clave, que también aparece en trabajos que no están presentes en estos informes. Por ejemplo, en la práctica de la compañera Roxana, de Guernica, donde hay un trabajo con la niñez a través del fútbol, del deporte, etc., que es sumamente importante. No estamos pensando solamente en la respuesta para mañana, estamos construyendo una idea de largo plazo, porque es complejo el problema. No se resuelve con que alguien amigo gane una elección, ni mucho menos. Va mucho más fondo. Este tipo de arraigo que la compañera Karen señala también se está desarrollando en otros territorios. Y me parece clave porque, si lo sabemos proyectar, nos da idea de que desde allí pensamos y establecemos la base organizativa de la respuesta. Por una parte, la disputa del territorio en términos reales, estamos procurando encontrar una respuesta distinta a la que ofrecen los narcos para los chicos. No olvidemos que su poder de base descansa en el soldadito. Yo creo que ese dato que acerca la compañera Karen, destacando las cuestiones de niñez y género, atiende a dos problemas claves que no están en la agenda cotidiana de las organizaciones sociales de las que hoy se habla. Ahora, cuando nosotros colocamos más el eje en la construcción política que en la social, nos encontramos con que esto sí adquiere un significado importante. Porque estamos pensando en un futuro con esas características. Lo cual supone también ir imprimiendo a esa niñez concepciones de prácticas colectivas, comunitarias, etcétera que sienten la base de otra realidad. Y otro tema que me parece importante, que lo plantean Karen y después también Carina, es el tema del territorio del Gran Buenos Aires, donde no se ha prestado atención suficiente a una cuestión que señalan ellas a partir de su práctica, y es que en muchos casos son territorios semirrurales. Entonces, seguramente habrá territorios que podemos llamar vacíos y en disputa, que nadie sabe muy bien de quién son y dónde están. Y yo creo que, en esos territorios semiurbanos o semirrurales, donde existe este tipo de prácticas, sería importante que se desarrollara un trabajo. Esto para San Martín no sirve, por ejemplo. Para esos vecinos del primer cordón no sirve porque están todos los terrenos prácticamente ocupados. Quedará un terrenito por ahí, pero no quedan espacios más o menos sustanciales o importantes. Sería básico que fuéramos pensando una política para esos territorios del segundo y tercer cordón del Gran Buenos Aires, semiurbanos, donde hay todavía población de tipo rural. Pensarlo en función de un primer escalón hacia la famosa soberanía alimentaria. Y entonces poder hacernos cargo de un sistema productivo en esos territorios. Creo que está señalado, pero no está señalado qué proponemos al respecto. Necesitamos saber cómo están esos territorios, quién los tiene, dónde podemos insertarlos e irnos apropiando por la forma que sea de esos territorios. Ese es un dato que no está considerado en general. Está señalado tanto en el informe de Karen como en el de Carina, a partir de un territorio con esa característica. Y eso es importantísimo. Yo creo que Varela es uno de los territorios clave para esto, por lo menos del segundo cordón. Entonces este es un detalle que me parece importante señalar. Después Karen señala el débil desarrollo para esta respuesta que tenemos que dar. 

El cuarto trabajo que quería comentar es el del Chango, de la Plata, que identifica la zona o la región, como la Plata, Berisso y Ensenada, lo cual responde a una visión histórica. Cuando empezamos la charla hablamos del concepto clásico de las Bellas Artes y de cómo ha cambiado la concepción específica desde los 70s. Bueno, acá en el tema regional también. La Plata, Berisso y Ensenada hace muchas décadas conforman una unidad, aunque se verifiquen situaciones muy distintas. La Plata es un centro administrativo, la capital de la provincia. Berisso tiene un fuerte desarrollo industrial. De hecho, el peronismo nace allí. Son los trabajadores de la carne los que encabezan la gesta y de hecho en 1945 esos orígenes del peronismo se dan en un mundo industrial que ya no existe. Y Ensenada todavía es una zona a mitad de camino, donde tienen fuerte peso todavía los sectores periféricos. Pero, aun así, ocurre que este fenómeno histórico existe. Se sigue hablando de la Plata, Berisso y Ensenada. Entonces, me parece que ese es un dato interesante que recoge el Chango y lo incorpora en el análisis sobre la historia de la región. Y creo que esa identidad regional es una de las claves para la construcción en ese lugar. No se puede construir ni en Berisso, ni en La Plata, ni en Ensenada separando una cosa de la otra, aunque sean muy distintas. Porque la cultura interviene. Y además es una cultura basada en historias de lucha. Entonces, me parece que es importante esa reivindicación o ese análisis de identidad, de pertenencia, que incorpora el Chango. Y, al modo de Karen, incorpora la idea de la pertenencia a las zonas rurales a partir de su propia vida. Karen señala que en las zonas rurales hay una identidad de pertenencia de los compañeros que habitan allí que tiene que ver con décadas de arraigo. Entonces, eso también proporciona aspectos que no solo no hay que desechar, sino que a partir de los cuales hay que construir. Esto no es un tema secundario. Otra cuestión que aparece aquí, que está en todos los informes, es la presencia de los migrantes en esas periféricas. Migrantes bolivianos, paraguayos, peruanos, que están ocupando un rol importante en la producción. Nosotros prácticamente no tenemos un asentamiento allí adentro. Eso hace la UTT básicamente, que - con todas las críticas que le podemos hacer - es uno de los pocos sectores productivos que da respuesta a esas franjas marginales, mediante verdurazos en Plaza de Mayo, Congreso, etc. A continuación, el Chango esboza una segunda hipótesis acerca de por dónde asentarnos, incorporando el tema sindical, que tiene que ver con su práctica, y es un tema que no debemos descuidar. Yo creo que, al tema sindical, no tenemos que vincularlo a gran escala, sino a una cosa mucho más específica, dado que, en cada lugar del Gran Buenos Aires, o del interior del país, es distinto lo que puede ser el sindicalismo en relación a las estructuras nacionales. Una cosa es el universo metalúrgico nacional, y otra cosa es la seccional. ¿Por qué es distinto? Hay un problema estructural en esto que hay que tenerlo presente. Aún las seccionales - ni hablemos de los delegados de base, o de las agrupaciones - marcan una diferencia. Porque la seccional, en general, pierde sus recursos a manos del Poder Central, y siempre existe en el Secretariado Nacional, en las conducciones nacionales, esta tendencia de que los recursos del interior van a la urbe, y ahí son parte de los negocios de los grandes aparatos, y el interior queda bastante limitado, con lo cual su nivel de dependencia es muy grande, pero a su vez también la resistencia, porque se están afanando la plata de los afiliados de cada lugar. Entonces, ese es un tema que hay que desarrollarlo. Cuando digo esto de las seccionales, si vamos a un escalón más abajo, las comisiones internas, los delegados, se multiplica el fenómeno, y ya encontramos otro tipo de manifestaciones mucho más próximas a lo que podríamos llegar a plantear nosotros mismos. Entonces, digo, el Chango plantea estos temas como una perspectiva de trabajo que hay que destacar. Y después, una conclusión de lo que planteó es que en esa región está claramente identificado como problema que no tenemos todavía los instrumentos para poder intervenir en el modo que planteamos en función de nuestras ideas.

Vamos al quinto informe, que es el de Carina, de Florencio Varela, quien vuelve sobre una cuestión que yo creo que se repite en todo el Gran Buenos Aires, el tema de los Barones del Conurbano, que ya no es el tema de una persona. En algunos casos lo ubica en 25 años de gobierno de Pereira, por ejemplo, en Varela, y el actual administrador o gerente, socio de Pereira, es su continuación. Eso se repite en muchos distritos. Pero más que a los nombres, me refiero al tema institucional. Esos barones, con B larga, están identificados, y también con V corta, aunque hay alguna B corta que parece que usaran la B larga. Y estoy hablando de Quilmes en concreto, para que no haya confusión. Me parece que esta estructura tiene que ver con una concepción, que es el control - que ya lo señalamos antes, en el caso de Herminia, de San Martín - de esa fusión que hay en la zona, entre política, narcotráfico, policía y justicia. Bueno, los barones son la expresión política de eso, que es muy particular y no es un tema secundario, ya que modifica políticas de alto vuelo. Por ejemplo, el tema narcotráfico no es igual en el Gran Buenos Aires que en Rosario. En Rosario, durante muchos años, tres periodos, gobernó el socialismo, que son sectores de la clase media, y que dejaron a los narcos el espacio libre para que hicieran “cosas de negros”, como decían ellos, con una ventanita abierta para que allí algunos sobres, de alguna manera, le aceiten el sistema. Centralmente el sistema quedaba en manos de la policía y de las barriadas. Y ahí se generó ese fenómeno de Los Monos y de otras expresiones que cualquiera que conozca los últimos años de Rosario lo sabe. El sistema de poder político se puso un poco de costado respecto al problema narco. Yo creo que en el Gran Buenos Aires globalmente no es así, sino que está mucho más unificado e integrado. Por eso, no es que haya menos violencia o menos fuerza del narcotráfico en el Gran Buenos Aires que en Rosario. Lo que pasa es que en estas regiones está mucho más controlado por el sistema político. Entonces eso lleva a que nadie se hace el loco, o muy pocos, hay muy pocos sitios que se salen del carril. Porque los pequeños traficantes, los medianos y demás, están muy bien mediatizados y controlados por el sistema político. Entonces la gente, antes de hacer una locura, tiene presente que su familia, sus amigos y demás, están metidos, controlados por el sistema político porque tienen un cargo, están empleados. Pero ¿cuánta familia vive de ese narcotráfico o de esa articulación? Entonces, frente al que se hace el loco, el poder político avisa a la policía, parte del mismo sistema. Entonces lo pone en un costadito y hace que respete las normas que ellos tienen. Digo, la articulación del sistema de poder, incluido el narcotráfico, es mucho más poderosa en el Gran Buenos Aires que en el Gran Rosario. Y esto tiene sus raíces políticas y tiene sus fundamentos en lo que se llama los Barones del Conurbano. Carina señala un poco el rol que ha tenido el PJ en la zona de Varela. Por otra parte, me parece interesante el señalamiento que hace tanto Karen como Carina sobre las doñas, la participación de las doñas, que les simplifica Doña Claudia, a quien Carina plantea que hay que sacarla del problema del merendero y darle un rol político. El día que nosotros logremos que las doñas Claudia pasen del merendero al rol político, pegamos un salto gigantesco. Hay que resolverlo, no es fácil. Primero porque Doña Claudia en su horizonte es muy probable que tenga a su familia y el merendero. Ahora, cuando le hablan del rol político, lo ve muy lejos. Entonces eso es un gran problema que tenemos en todo el universo en el que estamos trabajando. El día que resolvamos eso creo que pegamos un salto gigantesco. Es que nosotros no hemos podido cuajar todavía en la coyuntura la idea de la transición hacia lo que queremos hacer. Para llegar a la comuna hay un largo trecho. Cuando hablamos de las nietas nos damos cuenta de eso. Pero en el medio tenemos que ofrecer políticas que sean comprendidas, que le den poder. Eso todavía no lo hemos podido concretar. Y ese poder tiene mucho que ver con esta idea de las doñas Claudia. Que las doñas Claudia tengan poder. Que las doñas Claudia vayan adquiriendo cuotas de poder creciente, porque así va a cambiar la organización. Todas las organizaciones van a cambiar, el territorio va a cambiar. Esa es otra idea que me parece como una clave de todo esto.

Y Carina plantea un tema que marca con lucidez. Cuando nos empezamos a organizar con los compañeros que tienen las mayores necesidades y que vienen con nosotros por la plata, me refiero a la respuesta a su demanda inmediata. Lo cual está bien, es así. No me parece mal el tema. Pero ahí viene un problema conceptual, político-ideológico. ¿Cómo pasamos nosotros de ser una organización social a ser una organización política, una organización revolucionaria? Esa transición no va a ser igual para todos. Y es probable que en el camino se nos queden algunos vagones perdidos. Sin embargo, ese paso es imprescindible. Porque si no, si volvemos al tema inicial, estamos reproduciendo las políticas estatales. Entonces, eso se mide en términos de organización social, como hemos reconocido. Entonces nos movilizamos. El marchódromo es parte de esta concepción. Nos movilizamos por el problema que se da a nivel de las demandas. Es con los marchódromos que no podemos pasar a otro plano. Que fue un poco el temario de la reunión de este Frente de Lucha, días atrás. Pero ahí está otra clave que tenemos que resolver. Para que en definitiva transformemos la economía popular no en el concepto. Fijémonos que hay en la propia reunión algunos compañeros que plantean su crítica a la economía popular porque la califican como algo absolutamente secundario que ayuda a reproducir el sistema. Y tienen razón, tienen gran cuota de razón. Porque hasta ahora la economía popular no se ha planteado más que eso. Como la reproducción del sistema o una forma de bajar los salarios todavía más. Pero no como la base de una organización política. Y lo último que me pareció muy interesante es la respuesta central que proporcionan las compañeras a todo esto: La política de género como realidad individual y la política de los pibitos como perspectiva de mediano y largo plazo. Esa es la respuesta que se ofrece al tema de que somos organización social y algo más. Tenemos que salir de ese lugar y a mí me suena como a comodidad la situación en que estamos, demorando afrontar los avatares y correr los riesgos de generar una producción distinta.

Y el último tema, el sexto que tengo marcado acá, es el tema de Ignacio que tiene una característica distinta. Lo que está señalando es un tema que me parece importante, una especie de dos caminos paralelos, pero no eternamente, ya que, por sus objetivos, tienden a irse integrando. La integración no es sencilla. Ni planteamos que el Frente Cultural sea absorbido, sino que se trata de dos caminos dirigidos a sectores distintos. A gustos, a espacios que tienen intereses distintos. Pero van en la búsqueda de síntesis. Hay tres o cuatro cosas que él señala, que tienen que ver con esta idea de confluencia hacia el futuro: La autogestión, el tema de género, el tema de la niñez, y el tema de la horizontalidad hacia donde se pretende apuntar desde nuestro Frente Cultural. Todos elementos que son como una especie de paso más adelante de lo que la propia OLP Resistir y Luchar actualmente ofrece. Entonces, ese adelanto no tiene que separarse mucho para no perderse. Pero tampoco tiene que quedar integrado ni sumergido en la organización. Es una cosa distinta, que camina un poquito adelante por los sectores, por la práctica, por los intereses que reúne. Y está bien que sea así, y es bueno profundizarlo. Y eso debe permanecer. Con una especie de tensión permanente. No es que nosotros neguemos la tensión. Debe existir esa tensión. Tenemos que encontrar la forma de integrarla en un solo proyecto. Pero como tensión no hay que ni evitarla, ni borrarla, ni eliminarla. Sino hacerla funcional con un método de ida y vuelta de un modo permanente. Y este informe nos permite visualizar eso y darle la importancia en cuanto a su modelo de construcción, su presencia en actividades políticas o su presencia en actividades con la niñez, donde una cosa es un desfile de muñecos o caricaturas - no mezclemos - entre los chicos, y otra cosa es un discurso político.

Esta es la síntesis de estos trabajos. Después voy a retomar esto en la parte de evaluación final, pero quiero cerrar acá, completándolo con la opinión de ustedes. No repasando de vuelta los trabajos, sino opinando sobre cosas que creo que son de fondo. Para qué le sirvió este taller, si les sirvió. ¿Qué le faltó? ¿Qué estuvo mal? Y me gustaría sí, acá, que por lo menos sintéticamente haya una opinión de cada uno de ustedes, brevemente aunque sea, para que completáramos esta idea y pasáramos un poco a lo que sería la evaluación final del conjunto del trabajo. 

Chango (La Plata): Bueno, por mi parte, una valoración inmensa de lo rico que ha sido el encuentro y la experiencia realizada por parte de todos los compañeros. Hubo una panorámica necesaria. Yo creo que hay que darle alguna continuidad con otros ejes y que por ahí esos ejes pueden salir de lo que hemos tirado con estos informes. Y algo más, para concluir, que no sé si tiene que ver con esta evaluación, pero lo tomo en parte del último informe, creo que era de Ignacio, y en parte me parece que también estaba justo en lo mío como una preocupación, digamos. Yo necesito un poco también aclarar o diferenciar lo que es la construcción política en un frente de masas y la amplitud que eso puede demandar en cuanto a construcción de identidades, en cuanto a consignas, discursos o reivindicaciones de lo que es estrictamente la construcción de la organización. Me parece que la política en los territorios, en los barrios, lleva a que no importe tanto el vínculo entre la estructura de cuadros y el activismo de base, porque enseguida se crece a partir de una identidad común. Ahora, hay algunos frentes de masas muy específicos, por ejemplo, el caso sindical o el caso educativo, en donde por ahí tenemos que ir con pies de plomo, atendiendo a cómo vas generando alianzas y cómo entras y con qué identidad y con qué discurso. Eso me parece que es un tema que amerita profundizarse

Roberto: Es cierto. En la política territorial se parte de lo reivindicativo, luego de la necesidad de alianzas, y de ahí se va avanzando a nivel sindical y ni hablar si nos metemos en otros sectores, como el estudiantil, etcétera. Cambia totalmente. 

Ignacio: A mí me pareció muy muy bueno todo el taller. En adelante desearía precisar cuál es mi lugar en la organización y en el Frente Cultural, si aparte de las actividades de ese frente habría otras actividades para hacer y no estoy sabiendo bien cómo articularlas o cómo trabajar en eso. También quisiera reconocer la calidez en el trato establecido con todxs nosotrxs. 

Roberto:  No descarto que se pueda charlar con Ignacio en otro lugar sobre un futuro organizativo que él pudiera asumir. Es más, creo que inclusive este taller tiene ese objetivo, a tal punto que la pregunta que se plantea Ignacio es la mejor respuesta a lo que está planteando. Yo no sé cómo va a seguir articulando el Frente Cultural a ese respecto, eso tiene más que ver con otros debates y con varios compañeros más, pero desde el punto de vista de su presencia, creo que sí la idea es que tenga una mayor intervención en la propia organización y eso necesitará, ya sea desde adentro del Frente Cultural, o ya sea coordinando interviniendo en nuestras políticas. Me parece absolutamente válida la pregunta. 

Chiqui: Yo agregaría, si me permite Ignacio, que está un tanto confundido porque considera que se extralimitó con la consideración que hizo en nuestro último encuentro, referida a la diferencia entre liderazgo y conducción. Creo que el intercambio que teníamos lo fue llevando a dar un ejemplo concreto y tengo para mí que cuando algunas apreciaciones se salen de cauce hay que revisar autocríticamente si donde correspondería expresarlas existe el cauce para que se tramiten como corresponde. Primera cuestión. Segunda cuestión, Ignacio es un cuadro que trasciende el Frente Cultural, pero por decir eso no puedo pasar por alto que estamos frente a un enorme artista, no solamente un gran artista plástico, un exquisito escritor, y un tremendo cineasta para quien haya visto - y está en YouTube - el trabajo que hizo sobre guion de Norman Briski, Marena, sobre el que no voy a adelantar nada para que se lleven una sorpresa, y no es el único que ha hecho. Daría la impresión de que el aporte de Ignacio trasciende al Frente Cultural, porque las estructuras de comunicación en la organización son escasas. De hecho, hay un miembro de nuestro Secretariado a cargo de una plataforma multimedia con años de pagar derecho de piso en el mundo periférico  y local, como es Resumen Latinoamericano, pero ahora también dimos a luz un medio propio, siempre digo que por ahora es virtual y cuando tengamos más espalda económica habrá que sacar un boletincito periódico en papel para que los compañeros cuenten por lo menos de manera quincenal o mensual con una información sobre la vida de la organización y sus políticas, lo que humildemente con una estructura ínfima estamos tratando de hacer con ese semanario que distribuimos todos los sábados, con los mini reportajes, con la sección letras insurgentes, donde Ignacio tiene una tribuna que todavía no ha explorado. Y así como frente a algunas efemérides la organización está produciendo algún que otro videoclip de convocatoria - de hecho, estamos elaborando uno agitativo para el 7 de septiembre - creo que Ignacio, que tiene una sensibilidad estético narrativa muy fina, tiene mucho para aportar a la OLP Resistir y Luchar en esos menesteres, más allá de lo mucho que está aportando al Frente Cultural. Eso es lo que se puede apreciar desde afuera y después lo que él vaya desplegando en materia de disponibilidad en la medida en que se sienta cómodo con otras actividades que puedan aparecer, pero lo primero que a mí me surge es la luz amarilla del semáforo de un área de comunicación propia minúscula, que tiene dos o tres compañeros a cargo por ahora, y que contar con Ignacio también implicaría por lo menos para algunas cosas un salto cualitativo bastante importante, pero lo dejo ahí picando. Por un lado, ameritar el aporte del compañero y por el otro lado dejarlo pensando - tanto como al conjunto - esto que me disparó a decir su intervención.

Cari: Yo quería aportar algo en relación a lo que traen Ignacio y Chiqui. Ahora los compañeros y las compañeras de San Martín circularon una revistita que se está haciendo, el primer número, la primera edición. Esto lo venimos conversando también con Ignacio, de que los compañeros y las compañeras tienen en proyecto armar una imprenta y una cooperativa de diseño que incluya sublimación, y me parece que este también sería como un lugar para poder aportar al desarrollo no solo productivo, sino cultural. Ignacio es un compañero que viene bien de abajo y tiene otra mirada sobre lo artístico, me parece que este también sería un lugar adonde puede aportar un montón en el armado de esos proyectos. 

Andrea: Aprovechando el micrófono abierto, comento mi experiencia con el taller. Esta experiencia que estoy haciendo en la organización es la primera de mi vida como militante. Entonces, a partir de ahí todo fue aprendizaje de cosas nuevas. Hay conceptos y categorías que no desconocía. Después de haber compartido 15 años de mi vida con un militante revolucionario, hay conceptos que ya los tengo escuchados y entendidos, pero antes de eso no formaban parte de mi vocabulario cotidiano, de mi imaginario, y creo que a partir de mi incorporación a la organización han empezado a cobrar otros sentidos. Entonces, primero en cuanto a la dinámica del taller, me pareció un ámbito muy cómodo, si bien en los primeros encuentros me sentí un poco apabullada, porque acá todos los participantes tenían mucha más carrera militante que yo, entonces a veces uno piensa qué autoridad puede tener uno para opinar sobre ciertas cosas. Pero bueno, los conceptos se fueron armando y es cierto eso de que se creó un clima de corriente afectiva y compañerismo que creo que nos permitió a todos exponer lo que pensábamos, ir armando conceptos a medida de los disparadores y de lo que sigo escuchando. Y lo que más interesante me pareció es la aplicación cotidiana de los términos y los conceptos que íbamos abordando: Anticapitalismo, Antimperialismo Antipatriarcado, y luego el capítulo de la Comuna, y la Constitución de Poder Popular a partir de las comunas. Será que también yo soy una persona eminentemente práctica, más de hacer que de decir, entonces todo lo que tenga que ver con aplicar lo que uno sabe o lo que uno aprende es mucho más fácil y mucho más atractivo. Así, muchos conceptos de que se trataron en el taller a mí me sirven para tratar, por ejemplo, la puesta en marcha o la preproducción de los proyectos productivos y el trato con los compañeros en el territorio también. Yo noto que hay cosas que se fueron charlando en el taller que a mí me quedan como material para seguir trabajando en el territorio con los proyectos o con cualquier otra cuestión que surja.

Cari: A mí en relación a este proceso de aprendizaje lo que más me gustó fue la construcción colectiva que se fue dando, porque si bien el pelado tiene toda la legitimidad para ser escuchado por nosotros y aprender a través de su relato, eso no pasó acá, siempre fue el poder construir los conceptos en base a la realidad cotidiana, y ese espacio se pudo encontrar acá, el poder pensar con un otro y me parece bastante valioso poder darnos la oportunidad de ejercitar el pensamiento y que ese pensamiento se vaya volviendo más complejo y poder llegar a un pensamiento crítico.

Coincido con el Chango en que tendríamos que darnos otra oportunidad, pasar a otro nivel, acerca de cómo aplicarlo de forma concreta en nuestra realidad. A mí me pasa - y lo he puesto en el trabajo - que hay cosas que no sé cómo hacerlas. Puedo visualizar cuáles son las problemáticas que venimos sufriendo y venimos viviendo. Eso está buenísimo. Poder ampliar la mirada, detectar cuáles son los enemigos, contra qué luchamos. Pero no sé cómo hacerlo. Darnos la oportunidad de procesar todos estos conceptos, tomarnos un tiempo y después seguir indagando sobre la teoría pero ya desde la realidad de cada territorio, teniendo una guía. Ya está planteado un informe territorial, una mirada política sobre lo que vivimos en cada lugar, pero no para esperar órdenes del tipo de “en Varela pasa tal cosa y tenés que hacer tal y tal otra”, pero sí que nos ayudemos a aclarar esas actividades, a cómo proyectar, a cómo mantenerlas durante el tiempo, a poder visualizar objetivos y ser un poco más ambiciosos y ambiciosas para poder salir de dar respuestas a lo cotidiano y permitirnos darnos el tiempo para poder pensar un poquito más allá. Es importante que le podamos dar continuidad para abordar lo más práctico de los conceptos que estuvimos aprendiendo. Es un poco lo que dice Carina. Para completar la idea, diría que hemos avanzado bastante durante los últimos tiempos en algunos debates sobre las políticas territoriales, esas diferenciaciones entre las organizaciones sociales y las políticas es un marco general acerca de hacia dónde tenemos que orientar las políticas territoriales. El riesgo de caer en lo asistencial es el primer gran debate, pero sobre las demás políticas estamos casi en cero.

Chiqui: Yo quisiera aportar algo más respecto a los disparadores que Roberto deja picando en el área, porque me siento profundamente identificado con el ideario que despliega ese texto liminar de la OLP resistir y luchar que se llama Prisioneros de esta Democracia, pero el bagaje de este cuadro forjado en una ofensiva popular bajo la vigencia de un proyecto revolucionario en el Tercer Mundo y en Nuestra América como en nuestro país no alcanza para producir una traducción a la práctica cotidiana de cara a un tejido social tan devastado a una humanidad tan demolida en los territorios, y el deseo se pelea cotidianamente con lo posible. Hay un compañero en nuestro Secretariado, el gran actor y dramaturgo Norman Briski, que decía - y lo viene sosteniendo en nuestras últimas reuniones - “carajo, el horizonte hoy no tiene nombre”. Y esto me parece que es una idea fuerza sobre la cual hay que dar vuelta porque habría que indagar si están dadas las condiciones para que el horizonte tenga nombre, dado que la utopía no ha implosionado solamente en nuestra latitud sino en el mundo también, con el derrumbe del socialismo real y con la ausencia de un nodo de articulación de políticas profundamente transformadoras en todo el mundo. 

En todo caso, la Era de la Modernidad, que fue en la que nos forjamos las y los compañeros mayores que participamos en esta organización, fue también la era de los grandes relatos y esta es la era de las grandes fragmentaciones y de la ausencia de un relato unificador. Por eso caemos en el lugar común de que el horizonte aún no tiene nombre, y quizá está bien que nos desvele, no sé si necesariamente que nos angustie. Lxs revolucionarixs de la década del 60 y el 70 teníamos - o creíamos tener - un horizonte claro, pero hoy surfeamos sobre un presente caótico y más que nunca cobran vigencia aquellas estrofas del poeta español Antonio Machado, “caminante no hay camino, se hace camino al andar”. Hay demasiadas organizaciones. En todas las organizaciones es la era de las coaliciones, no hay identidades puras en el mundo ni en el país, ni hablar en la partidocracia. Cada fuerza política está hecha de peronistas, radicales comunistas, y no podría ocurrir de otro modo en las organizaciones sociales de base. También la nuestra es una confluencia de tradiciones que hasta ahora están coexistiendo con este respeto mutuo, pero también reclaman unidad en la diversidad. Hay muchas OLPs Resistir y Luchar en la OLP Resistir y Luchar. Hay distritos especializados en marchar a la Avenida 9 de Julio, hay distritos especializados en ocuparse de las niñeces y de género, hay distritos especializados en solidarizarse con lo cultural, hay distritos que tienen más experiencia en la autodefensa, hay distritos que son absolutamente reivindicativistas y no participan de las reuniones de formación… Ese es el enorme bagaje con el que tenemos que lidiar los y las compañeras que estamos orientando de momento esta organización. La necesidad de terminar el año, en la medida de las posibilidades, con un cierto cupo de género, y terminar el próximo con una conducción de carácter federal. No tenemos objetivos menores, y estamos dejando todo para conseguirlos. Pero el presente demuestra que no hay otra alternativa que la unidad en la diversidad y el coexistir con esos valores que se han puesto de manifiesto en esta devolución y que no me parecen menores. “Gracias por la ternura” acaba de decir un compañero, otra compañera acaba de reivindicar la empatía que se construyó aquí, el respeto, la paciencia frente al disenso, y me parece que son valores para que podamos esperar sin desesperar, aportando cotidianamente al próximo auge de masas. Porque es en esa circunstancia en la que “se alinean los patitos”. Es muy difícil, hasta que se produce una nueva ofensiva táctica que le moja la oreja al enemigo, que ese horizonte que nuestro compañero Briski reclama vuelva a tener nombre, y sobre esto yo creo que hay que ejercitar una virtud que no abunda, que es la paciencia revolucionaria, una paciencia no pasiva, una paciencia creativa, una paciencia activa pero que no se desespera ante lo que ignoramos y que lo afronta con la humildad del aprendizaje permanente que se ha demostrado en este ciclo, en este ámbito donde todos aprendimos y algunos enseñaron. Esto quería decir a partir de lo último que escuché por parte de Carina.

Karen: Yo al principio no sabía por qué me convocaron para ser parte de esta formación. Primero pensé que era porque no había otra persona que tal vez se interesara por esto, y después pensé que también era porque me vieron algo y querían que formara parte de esto. La verdad, todavía no lo sé. Siendo joven, teniendo 23 años, me encantó formar parte de esto, creo que estuve en todas las convocatorias y, si bien hay muchas personas que tal vez no pudieron por distintas razones, yo sí pude. Pero porque también acepté participar de esto, porque si bien a mí me dieron la oportunidad, estaría bueno que lxs que puedan lo puedan experimentar. Pero también creo que uno tiene que tener esa empatía que se puso de manifiesto, porque a veces una no lo hace porque no le importa, o capaz que Cari les dijo que pueden formar parte de esto, pero no sé si les gusta esto, no tengo idea. Sin embargo, por mi parte me llevo muchas cosas importantísimas, y quería agradecerles a ustedes por todo esto. 

Chiqui:  Adelantando algo a lo que seguramente Roberto tiene previsto referirse, le diría a Karen que, para bien o para mal, en el Secretariado de la organización en algún momento - dicho esto para salirle al cruce de que en algún momento ignorabas porqué te había tocado en suerte participar de esto, y decís bien cuando expresás “probablemente algo me vieron” - hicimos un recuento de compañeras y compañeros a los que le veíamos un potencial significativo como para asumir nuevas tareas a partir de la percepción de que tenemos un vértice reducido, escaso, pero que intenta trazar un cierto norte. Y la realidad viene  demostrando, ante las incontables tareas que demanda la vida militante, que muchos y muchas nos hemos tenido que convertir en mujeres y hombres orquesta, tratando de darle respuesta a contrarreloj a incontables desafíos, entonces ha venido siendo una preocupación, un desvelo para nosotros, pegar un volantazo para favorecer la emergencia de nuevxs referentes a quienes  compartirle algunas responsabilidades a fin de ayudar a que la organización  crezca, a que experimente ciertas promociones. Y algo de eso ha tenido que ver con la convocatoria de las y los presentes.

Entonces, deberíamos asumir la autocrítica acerca de que, dejándonos llevar por esa primera percepción respecto de las compañeras y los compañeros a quienes veíamos cotidianamente un potencial para asumir mayores responsabilidades, cometimos el desliz de que no hayan participado en este ciclo de charlas todas y todos nuestros referentes territoriales, que acaso debieron haber sido lxs principales destinatarios de este esfuerzo. Tenemos previsto corregir eso, pero no nos arrepentimos de que ustedes hayan sido los convocados a esta primera experiencia piloto de la cual a quienes participamos de su organización o quien la tuvo a su cargo como Roberto nos quedan lecciones invalorables para corregir el rumbo y producir nuevos encuentros.

Roberto: Compañeras, compañeros, estoy preso de mis propias palabras: Siempre he planteado que estas reuniones durarían de 10 a 12, y deben durar de 10 a 12, a menos que haya una situación realmente excepcional que justifique lo contrario. Entonces voy a tratar de resumir en unos pocos minutos lo que más o menos pensaba respecto a la síntesis final.

Lo primero es lo que termina de decir Chiqui, una autocrítica referida a la convocatoria. No me refiero a la pregunta que se hacía Karen. Creo que a la pregunta que se hacía Karen la respondió ella misma cuando dijo que es joven, que tiene 23 años, que aprendió y está satisfecha con los resultados. Como modelo de formación de los compañeros, si aspiramos a algo seguramente ha sido a mucho menos, de modo tal que no hace falta explicar mucho más al respecto.

En todo caso, hay otro problema. Seguramente hay más de una Karen que no pudo participar. Ese es el problema, y tenemos que encontrar una forma de resolverlo. Las razones que nos motivaron son las que señaló Chiqui. La urgencia, los apuros para formar una nueva camada de compañeras y compañeros hizo que no esperáramos una consulta a las estructuras. Me parece correcto hacer una autocrítica de nuestra parte, y además buscar una reparación, que es la idea de un nuevo taller que habrá que trabajar con los responsables territoriales de modo que sean ellos los que armen la propuesta de lxs compañerxs que van a participar. 

Me parece importante que lo hagamos a la brevedad. Esto no incluye necesariamente lo que plantearon por ahí Karen y el Chango acerca de una capacitación, formación y debate específico, eso es otra discusión para pegar saltos en la aplicación concreta de algunas ideas otra cosa que puede estar incluida en el encuentro pero que requiere o demanda respuestas específicas que se irán construyendo con el paso del tiempo, pero con la idea de que cada compañero de la organización lleva en sí mismo la totalidad de la estructura. Entonces todo lo que cada compañero diga tiene que valer como un aporte al conjunto y debe ser parte de la elaboración del conjunto. Esa es la tarea que tenemos que hacer respecto a la preparación y discusión sobre temas específicos. Habrá que decidir en el Secretariado de qué modo participa el conjunto en ese futuro taller, habrá que decidir cómo lo hacemos y qué correcciones introducimos al plan de formación que oportunamente concebimos y que la reunión de hoy tuvo como destino contestar o hacer una devolución.

Al segundo tema también lo señaló Chiqui haciendo referencia a la participación de las distintas zonas. En cada enclave hay temas que son importantísimos para la pelea reivindicativa y a los cuales debemos gran parte de la conquista - por ponerle un nombre - o defensa de derechos que hemos mantenido. Me parece que eso es un tema que también tenemos que atender. Tiene que ver con la cantidad y calidad de los participantes en este taller, con la cantidad y calidad de nuestras movilizaciones, con la cantidad y calidad que le exigimos a la política. Nada de esto está totalmente definido, todo está en debate, y espero que el tiempo nos vaya dando respuestas progresivas para cada uno de estos temas.

Creo que, además, acá hay un temita que aparece de costado, y es el tema comunicacional. No sé exactamente cómo se construye un sistema comunicacional. Por ahora tenemos nuestra plataforma de NOTICIAS, un acercamiento a esta idea. Pero nuestro objetivo tiene que ir más allá todavía, de la mano de cada estructura territorial. Cuando digo estructura territorial me refiero al municipio o a la construcción de la comuna. Esta debería gozar de su propio sistema comunicacional, articulado a nivel general. Así encontraríamos un proceso de homogeneización, si no corremos el riesgo de que alguna parte que se especializa en un tema y que prácticamente se declare autónoma del resto, no en términos organizativos sino en términos prácticos, entonces hace su política y mira la del resto. Eso conlleva un riesgo, porque el día de mañana se va a generar un problema entre quienes hacen una cosa y quienes hacen otra. Para evitarlo tenemos que generar un sistema de comunicación que se sienta del conjunto y eso no lo tenemos. El NOTICIAS es una aproximación, pero hay que profundizarlo más, ver cómo se construye desde abajo hacia arriba, y ese desde abajo hacia arriba debe ser respetuoso de lo que nosotros definimos o tratamos de construir en las estructuras territoriales sobre la base municipal como una forma de construcción autónoma y cada una de esas estructuras debería tener un sistema articulado con el resto, pero un sistema propio, que tenga autonomía, que pueda volcar sus necesidades, volcar sus propuestas, volcar sus ideas. También hay que hacerlo respetando los tiempos, para que no sea una anarquía inconducente, pero hace falta que empecemos a recorrer ese camino y este es un poco el tema que yo quería dejar planteado como parte de la autocrítica que merece este taller.

Territorios con mucho peso demográfico prácticamente no han participado. Tendrán sus razones. Eso tenemos que remediarlo. La vía que planteo como punto de reparación de esto es un sistema intercomunicado entre nosotros de abajo hacia arriba, en el cual esas autonomías planteen su política, pero entren en contacto con las otras para que evitemos choques. Esto tampoco va a ser fácil, pero tenemos que irlo haciendo.

Un tercer aspecto es que habrá que elaborar una síntesis de todo esto hasta llegar al Secretariado, para que se pueda proyectar un nuevo taller donde se pueda sacar también ahí conclusiones sobre lo que dije antes, del propio plan de evaluación o informe de las zonas de un modo permanente, manteniendo así actualizada la información.

Ya señalamos las coincidencias, divergencias o problemas de varias de las zonas, pero son muy distintas. Una pasa por la construcción de arena, otra por la construcción de un edificio, y la participación de Ignacio que con toda legitimidad se pregunta dónde estoy parado. Son distintas cosas, habrá que encontrar la vuelta para que lo podamos ir resolviendo.

Y el último punto es que elaboremos esto sintéticamente, lo informemos al conjunto de los compañeros que participaron, que la síntesis de lo que se vino haciendo la elevemos al Secretariado, para que ahí se decida cómo seguir con la propuesta de un nuevo taller, y el desarrollo de los sistemas comunicacionales de todas las zonas. 

Otro tema es la distancia existente entre las ideas y la realidad ¿qué hacemos con eso? Tenemos que planificar. Tenemos esta realidad externa con sus complejidades, sus poderes, sus contradicciones, sus manejos, y tenemos esta otra realidad. Tenemos que operar sobre aquella realidad, pero es muy grande la distancia, es gigantesca. Entonces cuando las queremos poner a la par ocurre que la nuestra no tiene fuerza para influir en la otra, o prácticamente muy poquita. Y ahí volvemos al tema que he planteado varias veces: Yo creo que este taller sirvió para fundamentar que, a ese espacio, esa distancia, hay que transformarla en planificación, para que digamos que queremos avanzar más rápidamente y tener una política sindical de seis meses en tal distrito, porque tenemos tal base y podemos avanzar allí de esa manera. Y, si se aprueba, pues bien, tener plan de trabajo. 

De modo tal que las grandes ideas tienen que transformarse a través de la planificación. A mí se me ocurre que debería ser lo que tendríamos que informar al conjunto e informarle al Secretariado para que el conjunto lo tenga presente, lo aceptará o no lo aceptará, pero que sea en definitiva la elaboración que dejamos planteada como perspectiva. 

En definitiva, esta es más o menos la síntesis que quería plantear, dentro de los tiempos que tenemos, este no es un problema formal, el tiempo sirve para que aprendamos a asumir las responsabilidades. Y lo otro es que quería felicitar a los compañeros por la participación, por su intervención, por las cosas que se han dicho. Creo que, más allá de los errores, hemos logrado aproximarnos un poquito al camino que queremos recorrer. Entonces gracias, gracias, pero gracias de verdad a todas y todos los que participaron. Un aplauso para nosotrxs y ¡nos vemos en la lucha! 

 

En memoria del Comandante Montonero Roberto Cirilo Perdía,

cuyo generoso legado de lucha y reflexión

hoy constituye nuestro tesoro más preciado. –

 

 



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