JUJEÑAZO
LA PALABRA DE LAS DOMITILAS EN LA PRIMERA LÍNEA
Haciendo un sucinto repaso del alzamiento del pueblo jujeño, recordemos que partió de una protesta de lxs educadorxs locales nucleadxs en el CEDEMS, solidarizándose con lxs docentes salteños, lucha que fue produciendo una enorme adhesión multisectorial cuando el gobernador Gerardo Morales - ahora candidato a Vicepresidente en la fórmula para las PASO del alcalde porteño - decidió reformar la Constitución local penalizando la protesta social, y se fue radicalizando con el concurso de numerosas comunidades originarias que sumaron reivindicaciones pendientes prácticamente desde la llegada de los españoles a nuestro continente.
Así, el viernes 16 de junio, un comunicado de la comunidad Bajo Salina llamó a cortar las rutas nacionales que van a Chile y Bolivia hasta que se repusiera la Constitución original de la provincia y renunciara Morales. Ello sucedió luego de que la Policía de la provincia reprimió a pueblos originarios y rurales en Fraile Pintado, cerca de Ledesma, Abra Pampa y La Quiaca. Una hora y media antes, un dirigente indígena entrevistado en la señal de noticias C5N adelantó la medida de fuerza en las rutas, que desafió a la nueva Constitución aprobada por la UCR y el PJ jujeños en forma general el jueves 15 a la noche, justo cuando una multitudinaria marcha de antorchas surcaba la ciudad poniendo en vilo el control territorial y el poder represivo de las autoridades y su idea sobre “la paz” y “el orden”.
Ante el
panorama descripto, nuestras compañeras Carina y Mabel viajaron a San Salvador
de Jujuy el domingo 18/6 por la tarde, para colaborar con la lucha de nuestra
organización local, cuya referente es la compañera Lili.
A
continuación, la voz de quienes protagonizaron esos acontecimientos desde la
OLP Resistir y Luchar.
A pie de ruta
Silvia nos cuenta que el lunes 19/6, al reunirse, Pamela y Lili relataron a las compañeras llegadas desde Buenos Aires cómo había transcurrido la represión en Purmamarca. La policía no llegó a dialogar con los manifestantes, irrumpió como si fueran delincuentes. En esa represión, dos de nuestros compañeros recibieron impactos de balas de goma. Aníbal en la frente, y Robin en la pierna.
Según relato de Mabel, la OLP R y L se concentró en Acceso Sur, Ruta 9, tomando contacto con otras organizaciones, como el FOL y el FPDS - CP, con las cuales se estableció un mecanismo regular de reuniones cada hora u hora y media. Allí advirtieron que un grupo de docentes reclamaba desde días atrás por mejoras salariales, al costado de la ruta.
A las 15 hs., con un pleno considerable de gente, se decidió realizar un corte total de dicho acceso, dado que ya estaban reprimiendo en los cortes de El Ramal. Cuando ocurrió esto, el grupo de lxs educadorxs se separó de lxs demás manifestantes, dirigiéndose a la Ruta 66, pero sin obstruirla.
Cuando el gobernador anunció en conferencia de prensa el día y el horario en que se aprobaría la nueva y cuestionada constitución, lxs manifestantes votaron por dormir ante la Legislatura o permanecer en la ruta, y se resolvió mantener el corte por tiempo indeterminado.
Así se permaneció toda la tarde, amenizando con una mateada la charla sobre la lucha en curso, recibiendo a cada instante, por parte de las comisiones encargadas, información de lo que ocurriría al día siguiente en la Legislatura.
Ya arreciaban rumores acerca de que el gobernador pagaría entre 10.000 y 100.000$ a la gente que se movilizara en su apoyo. Pero aún nadie imaginaba los sucesos dramáticos que tendrían lugar al día siguiente.
Al caer la noche, en el corte creció la preocupación al detectar la presencia de desconocidos - presuntamente infiltrados - entre lxs manifestantes, que se acercaban a los fogones haciendo preguntas poco frecuentes entre el activismo, como por ejemplo quién era quién y de qué se encargaba.
Alguno de los intrusos, sintiéndose detectado, se alejó hacia donde permanecía el grupo de docentes. Esos elementos extraños a la protesta pasaron la noche en la ruta procurando sacar información acerca de hasta cuándo duraría el corte y qué medidas se adoptarían después. Por otra parte, hacían circular información contradictoria acerca de en qué sitio y horario tendría lugar la aprobación de la nueva Constitución. Evidentemente, su misión consistía en obtener información y desorganizar a lxs manifestantes.
Algunxs activistas se turnaban para ir a descansar, mientras quienes permanecieron en el corte organizaron ollas populares y también recibieron café o sanguches, como aporte solidario de algunxs lugareñxs.

Poder Constituido vs. Poder Constituyente
Al amanecer del Día de la Bandera, la consigna era concentrarse a las 11 en el Puente Azurduy, para marchar a la Legislatura. Nuestras compañeras arribaron a destino 30’ antes de la hora señalada. Las organizaciones participantes ya iban desplegando sus respectivas banderas, algunos grupos animaban musicalmente la concentración. Cuando la masa se volvió lo suficientemente numerosa, se resolvió subir al puente, sobre la Avenida Irigoyen. Del lado de la 19 de Abril estaban lxs docentes, el personal de salud, y el SEOM. Ni bien la cabecera - integrada, entre otras fuerzas, por el Polo Obrero, el MTL, y la CCC - llegó hasta el vallado policial, comenzaron los cánticos.
La multitud inundaba el lugar. Alrededor de a las 11.15’, como reacción a la noticia de que la odiosa reforma se había firmado, se desbordó el vallado, y estalló la represión.
Uno de los hechos menos frecuentes y más sorprendentes en estos casos - que más tarde la prensa hegemónica pondría en duda -, fue que policías de civil mimetizados entre la multitud desenfundaron gomeras y comenzaron a arrojar piedras a diestra y siniestra, al punto de quebrarle la nariz a algún manifestante.
Según el testimonio de numerosxs protagonistas, el grueso de los desmanes los produjeron esos elementos ajenos a la protesta, que ya pululaban desde la noche anterior.
La multitud avanzó, entonces comenzaron los gases lacrimógenos. Desde abajo del mencionado puente los infiltrados del gobierno arrojaron una salva de pedradas contra los manifestantes. Eso ya era prácticamente una guerra, que dejaría numerosxs heridxs.
En ese trance se produjo el herido más grave, debido a un impacto de proyectil de gas sobre su cabeza, que perdió mucha sangre, dado que las ambulancias se resistían a ingresar en medio de aquella batahola. Poco después sería retirado en estado de inconciencia.
La abundancia de gases lacrimógenos consiguió separar la cabecera de la columna de su retaguardia, que quedó apostada sobre la mitad del puente.
A pesar de todo, la primera línea, colmada de jóvenes, resistió con enorme valor. El resto se desperdigó dado lo irrespirable de la humareda. De pronto irrumpió la caballería. Hubo efectivos con el rostro cubierto por un barbijo, que reprimieron con balas de plomo, hay un video de un impacto en el tobillo de un manifestante que así lo certifica.
La cabecera fue molida a palos por la policía, y la retaguardia dispersada con balas de goma o echándole los caballos encima.
Algunxs se dirigieron hacia la terminal para reagruparse, pero la estrategia gubernamental era dispersar a la multitud a como diese lugar, y también intervino con motos. Desde Irigoyen hasta Éxodo, la multitud fue perseguida con saña a lo largo de cuatro o cinco cuadras. Otros llegaron hasta el Barrio Gorriti. Esa cacería derivó en violentas incursiones en casas de familia donde se sospechaba que se refugiaban los manifestantes. Así ocurrió en El Chingo, Punta Diamante, Villa Belgrano, Villa San Martin…
Nuestrxs compas se reagruparon en la esquina de Alem y Dorrego. Pero ante tanta presión, hubo que replegarse hacia el Puente Balcarce y desconcentrar. A esa altura, a través de la cadena de watsapp de nuestro activismo local, lxs compas se enteraron de que era inminente que la represión recibiera el refuerzo de agentes penitenciarios.
El puente comenzó a ser flanqueado por patrulleros, y lxs compas decidieron plegar las banderas y esconder las cañas, ya que a la hora de desconcentrar ese suele ser un indicio suficiente para hacerse acreedor a cualquier tipo de represalia.
Un grupo remanente de 8 compañerxs, en su mayoría mujeres del textil, buscó una parada de colectivos para evacuar, pero el transporte ya había dejado de funcionar y la policía les seguía los pasos. Grupitos de gente concentrada en las paradas comenzaron a ser interpelados por los uniformados, y nuestras compañerxs decidieron bajar por Barrio Belgrano y caminar hasta Barrio el Chingo, adonde reside una de las protagonistas de este relato. Los bicipolicías que lxs estaban hostigando obligaron al grupo a detenerse en una placita para resolver hacia dónde dirigirse, momento en que se aproximó un móvil policial, circunstancia en la que Pamela decidió refugiarlxs en su casa.
El grupo se refugió en dicho lugar, dedicándose a acopiar información sobre lo sucedido, y enterándose así de que el número de detenidxs iba en aumento.
Caída la tarde, un remisero conocido - porque Morales posee 50 unidades de remises amarillos que no son de fiar - se acercó para facilitar la retirada de cinco compañerxs, en un momento en el que era altamente riesgoso circular por la calle.
A continuación,
una camioneta policial estacionó frente a la casa en que se guarecían nuestras
compas, y estas debieron suspender su evacuación para no exhibir movimientos
sospechosos. Casi una hora después, pudieron retirarse.
Escenas de 1976 en pleno Siglo XXI
Por la noche se impuso un toque de queda tan estricto que alguna gente fue apaleada en la puerta de su casa tan solo por haberse asomado a sacar la basura.
Al amanecer se recomendó no circular por el centro, porque a grupos de más de dos personas se los estaba deteniendo.
Entonces nuestras compañeras resolvieron acercarse al Penal de Alto Comedero para interiorizarse sobre la suerte de lxs detenidxs y apoyar a sus familiares, por entonces sumamente desinformados.
Justo enfrente está el Comando de la Policía, desde donde no dejaban de partir patrulleros rumbo al centro.
Poco después, nuestras compañeras recibieron la invitación del compañero Nico (Marabunta en el FOL) para reunirse por la tarde a fin de coordinar acciones. Hacia esa cita partió Pamela, mientras Silvia y Mabel permanecieron frente al Penal, de donde no tardó en salir una asistente social a brindar las primeras noticias sobre el bienestar de lxs detenidxs. Todxs interpretaron que se trató de una maniobra disuasiva de las autoridades para desalojar la entrada de la institución.
Al cabo nuestras compañeras se dirigieron a la Plaza Belgrano, donde tendría lugar una asamblea destinada a organizar una marcha de antorchas en repudio a semejante represión, la cual sería encabezada por docentes, mineros, centros de estudiantes, organizaciones sociales, y agrupaciones gauchescas de Humahuaca. La multitud, ya encolumnada, se dirigió hacia la Casa de Gobierno.
La compañera Silvia enfatiza que, con sus negociados del litio y el cannabis, Morales está despojando a la provincia de todos sus recursos. A su vez, como tantxs jujeñxs, se siente decepcionada ante la aceptación por parte del CEDEMS de la oferta salarial del gobierno, mientras que la Asociación de Educadores Provinciales (Adep) se mostró disconforme y dispuesta a continuar la lucha. Por lo demás, las marchas de protesta continúan, motorizadas por otros gremios, como el de Salud. También se mantienen los cortes, desde Purmamarca a Abra Pampa, e incluso en Perico.
Se diría que al interior de la protesta emergieron tensiones latentes de clase y de raza, que huelga superar a fin de enfrentar a un poder depredador con toda la unidad que tal desafío requiere.
Para nuestra compañera Mabel, lo acontecido fue un bautismo de fuego en materia represiva, que le dejaría un sabor amargo al constatar la ferocidad que son capaces de desplegar los poderosos, pero también un infinito orgullo al ser testigo de cómo lxs antiguos dueñxs de estas tierras fueron capaces de ir al frente con hidalguía en defensa de derechos que vienen reclamando desde hace siglos, y que trascienden con creces a una mera reivindicación salarial.
Si alguna lección le dejó la experiencia del Jujeñazo fue haber intimado con una comunidad que privilegia al NOSOTRXS por encima del YO que prevalece en las grandes urbes.
No
cabe duda que el ejemplo del pueblo jujeño sienta un precedente que habrá que
seguir analizando, en estos tiempos de abstencionismo electoral creciente y
rebeldías que se multiplican. -