Editoriales Rebeldes
OTRA VEZ RETUMBÓ ¡QUE SE VAYAN TODOS!:
NO HAY DOS SIN TRES

Ese grito, en estos tiempos, fue escuchado en la noche del 13 de agosto de este año en el porteño Libertador Hotel de la calle Córdoba 690. Antes, fue durante el anochecer del 19 de diciembre de 2001. En aquella oportunidad, había sido unánime en diversas calles porteñas que conducían al Congreso, al Obelisco o la Plaza de Mayo, y también en otras ciudades del país.
El grito era el mismo ¡Que se vayan todos!, pero mucho más que 22 años de calendario separa ambos hechos.
Los distancia la cantidad y el sitio donde esas gargantas se expresaron de un modo semejante.
Ahora fueron, apenas, un par de centenares de adictos que deseaban manifestar en un hotel del centro de la Capital Federal su bronca hacia la dirigencia del sistema político. Que, preocupado por su ombligo, nos está conduciendo hacia un destino de entrega, miseria y dolor. El mismo que es instrumentado por la hegemonía financiera para dominar a toda la sociedad.
Dos décadas atrás, ese mismo grito venía con el ánimo de proponer que ese lugar lo ocupara el pueblo. Ahora pretende todo lo contrario. Aspira a la libertad para el poder económico, para que no tenga límites y ordene a la sociedad en función de las mayores ganancias del poder detrás del trono.
Por eso les alcanza con el reducido espacio de un hotel, a diferencia de las multitudes que, por diferentes calles de las principales ciudades de país, proclamaban que venían por el sueño de la necesidad de “inventar” un país distinto. Un país que barriera con las miserias que empezaban a hacerse dramáticas a pesar de nuestras gigantescas riquezas. Fue por eso que aquellos sueños y esos gritos, cargados de esperanzas, no cabían en los metros cuadrados de un salón y se multiplicaron por toda la geografía nacional.
Tampoco hay que olvidar las miradas distintas de uno y otro acontecimiento.
El reciente, con los ojos puestos en el “arriba y afuera” nos propone copiar a los “grandes países” del mundo occidental, los mismos que se desarrollaron a costa de los saqueos de nuestras riquezas.
No fue ése el sentido de lo acontecido un par de décadas atrás. Allí la mirada se posaba en el “abajo y adentro” de un pueblo que quería pararse sobre sus propias piernas, sobre las aspiraciones de los originarios, los pobres y todo tipo de plebeyos que, desde hace siglos, soportan el dominio colonial o neocolonial.
Aquel grito de esperanza no fue posible, pero quedó inscripto en la historia como un antecedente de los tiempos que vendrán. El alarido de estos días es otra cosa. Es la manifestación brutal de un poder que viene por todo, al servicio de unos pocos. El tiempo, como siempre, será el encargado de demostrarlo.
Es por eso que, si ya hubo dos veces que esta consigna - con distintos protagonistas y objetivos - se hizo oír, no podrá faltar una tercera vez, pero en esta oportunidad deberá ser definitiva y para hacer justicia donde no la hay.
Ella se hará realidad cuando hagamos nuestros los versos de Mario Benedetti recordando que “en la calle, codo a codo somos mucho más que dos”.
En ese momento se podrá poner en evidencia que nuestros sueños de libertad no son para vender los órganos, sino para para construir una vida donde sea más valioso compartir que competir.
TIEMPOS
COMPLICADOS. SAQUEOS, RECUPERACIONES O ROBOS:
¿QUÉ ESTÁ PASANDO?
Está semana ha ofrecido una muestra bastante completa de los tiempos que corren. En pleno proceso electoral, el temor a la multiplicación del estallido social vuelve a mostrarse en escena. El FMI, bastante “sucio”, aún para sus propias reglas de juego, trata de evitar que “Argentina se caiga del mapa” y manda los recursos prometidos para que este gobierno pueda terminar su mandato.
En medio de éstos y otros problemas, gran parte de la dirigencia mira por el espejo retrovisor el futuro. No puede sacar la vista de los sucesos del 2001. Es tan grande su preocupación que teme que aquellos acontecimientos puedan repetirse.
Esta realidad, si bien estos dos momentos guardan algunas semejanzas, son aún mayores las diferencias.
El principal aspecto común, entre este y aquel momento es la grave situación social. El paso del tiempo la consolidó, haciéndola estructural. La pobreza se ha extendido en la sociedad. Sus cifras son obscenas. Lo peor es que se van haciendo más graves en la medida en que se reduce la edad del universo analizado, lo que adelanta las características del futuro que nos espera.
Sin
embargo, el paso del tiempo en estas dos décadas va dejando algunas diferencias
que conviene no olvidar.
Una de las más notorias es que, hacia el 2001, la influencia del poder político en el territorio era muy superior a la que hoy tiene. Nuevos actores han desarrollado una importancia que, por aquellos años, estaba lejos del alcance que hoy tienen.
En este sentido los dos emergentes más significativos son el narcotráfico y las llamadas organizaciones sociales. Ambos influyen en los acontecimientos de esta realidad.
El narcotráfico, muchas veces en complicidad con la policía (posiblemente la principal presencia estatal en el territorio poblado por los sectores más humildes), se ha instalado con fuerza en barriadas de varias ciudades. Otras actividades estatales como Justicia e instituciones políticas, más de una vez terminan fortaleciendo esa relación. De todo ello el ejemplo de Rosario es más que significativo. Esto es así al extremo de que este factor no puede ser obviado en todo aquello que suceda en territorios populares.
Muchas organizaciones sociales, de signo oficialista u opositor, tienen un fuerte arraigo social. Desde ese lugar y con el control de vastos y legítimos - aunque insuficientes - planes sociales intervienen en las diferentes comunidades. Más allá de sus conflictos con el Estado esta construcción tiende, genéricamente, a amortiguar los efectos de la actual crisis social. Sectores significativos de la dirigencia de estas organizaciones tienen aceitados vínculos con fuerzas políticas, con presencia en los poderes ejecutivo y legislativo. En ese marco la tendencia a darle continuidad y gobernabilidad al sistema se va constituyendo en una perspectiva que el posibilismo reinante alimenta. Por eso muchos temen que la situación se desborde, sin recordar que hace tiempo que la miseria y la injusticia ya lo han hecho y nuestro pueblo lo viene padeciendo.
Bajo estas condiciones, la profundización de la crisis empuja a buscar respuestas que pongan fin a esta situación. Sin embargo, estos emergentes territoriales - por razones diferentes - insisten en reiterar caminos recorridos.
El narcotráfico porque representa una pata de la política de dominación, que tiene en la fragmentación social y destrucción de la juventud una de sus razones de ser. En este sentido, quienes aspiran a modificar esta situación desde el Estado, se muestran cada día más impotentes.
Las organizaciones sociales porque, hasta ahora, no han logrado superar los límites de los aspectos reivindicativos, que son imprescindibles, aunque también sean insuficientes.
Todo lo dicho hace que los hechos producidos en la semana que termina sean parte de una confusión generalizada. Más allá de la asociación del saqueo con el delito, los hechos del 2001 tuvieron una relectura embellecedora. Ellos fueron interpretados como el símbolo del triunfo popular. La renuncia consecutiva de varios presidentes y la suspensión de las relaciones con el FMI fueron vistos como efectos de esas circunstancias. Es por eso que ahora, ante los hechos recientes, para evitar su efecto contagio se trata de instalarlos como simples “robos”, aunque algunos sectores populares prefieran asimilarlos al concepto de “recuperación” de bienes indispensables para la vida, perdidos con motivo de repudiables políticas, como es la colosal concentración económica a costa de la miseria colectiva de millones de compatriotas.
Mientras, crecen las mutuas y cruzadas acusaciones: El gobierno, desde una perspectiva conspirativa, sostiene que hubo coordinación y no contagio; la vocera presidencial acusa a Javier Milei y Patricia Bullrich; ésta a Milei; el libertario a ella; el Fiscal Guillermo Marijuan denuncia a Gabriela Cerruti por omisión de denuncia e incitación a la violencia.
En fin… si a todo eso le agregamos que estamos transitando el centro de una campaña electoral, es difícil saber el rumbo futuro.
Según informaciones oficiales, hubo más de 150 saqueos/recuperaciones/robos, con algunos cientos de detenidos. Ellos fueron protagonizados, o hubo intentos en ese sentido, en CABA (Villa 1-11-14) y en diversos sitios de no menos de 8 provincias (Buenos Aires, Córdoba, Chaco, Mendoza, Neuquén, Río Negro, Salta y Santa Fe) En Buenos Aires se reportaron al menos 11 municipios donde se desarrollaron hechos de esta naturaleza (Escobar, General Pueyrredón, José C. Paz, Lomas de Zamora, Merlo, Moreno, Pilar, San Martín, San Nicolás, Tigre y Tres de Febrero)
EL
FMI DA UN RESPIRO: APRUEBA ACUERDOS;
LA ECONOMÍA QUITA LA RESPIRACIÓN
Está claro que el FMI no quiere quedar como el responsable de los desbarajustes de nuestra economía. Además, sabe que el inédito préstamo que nos hicieron, en los tiempos de Mauricio Macri, está bastante “flojito de papeles”, según las normas propias de ese organismo. Estas razones, no explicitadas, fueron suficientes para aprobar la 5° y 6° revisión de las cuentas del Acuerdo entre FMI y Argentina. Simultáneamente aprobó la transferencia de 7.500 millones de dólares que van a engrosar nuestras reservas, después de devolver los recientes préstamos de la CAF y Qatar. Está claro que siempre quedarán unos pesitos para poner platita en el bolsillo de los sectores más afligidos, en medio de esta campaña electoral. Para el mes de noviembre habría otra transferencia por unos 3 mil millones de dólares, producto de este mismo acuerdo.
En momentos que la malaria y las malas noticias no de dejan de florecer, esta fue una “caricia” para las penas del Ministro de Economía y candidato presidencial del oficialismo. De este modo Massa busca contribuir a la recuperación económica y a brindar cierta tranquilidad financiera en el período previo a las elecciones venideras.
Sin
embargo, las cuestiones de la economía interna no se rigen por la misma
tendencia.
Para el primer semestre los números de la actividad económica continuaron siendo negativos. Mientras tanto, esa misma tendencia se sigue profundizando en la economía real. Dos datos oficiales de la Provincia de Santa Fe, conocidos esta semana, certifican esa aseveración. Uno, en dicha provincia se produce el 80% del biodiesel del país. Las 27 plantas productoras han paralizado sus tareas, por 15 días a la espera de soluciones. Dos, a su vez, las dos plantas de producción cárnica de SWIFT, que emplean a 2500 trabajadores de Villa Gobernador Gálvez y Venado Tuerto, han hecho lo propio.
Dos recientes discursos de Massa y Milei, ponen en blanco sobre negro algunas cuestiones vinculadas al futuro del sector empresarial.
Massa advirtió a los empresarios que “Lo que viene es la destrucción del capital y el valor de sus compañías”. Milei, mirando desde otro ángulo la misma cuestión ratificó su crítica a los empresarios prebendarios a quienes “les gusta hacer negocios con el Estado para tener la vaca atada”. De ambas afirmaciones se deduce que el futuro nos acerca a un gran triunfador, es el que maneja las finanzas internacionales.
ARGENTINA EN LOS BRICs: ¡MEJOR TARDE QUE NUNCA!
En la reunión de los BRICs que acaba de realizarse en Johannesburgo - Sud África, sus 5 integrantes actuales (Brasil, Rusia, India, China y Sud África), decidieron aceptar los pedidos de 6 países: Arabia Saudita, Argentina, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán, para que a partir del 1° de enero del 2024 se incorporen al mencionado agrupamiento. Con estas incorporaciones, los BRICs incluyen al 43% de la población mundial y al 37% del PIB global. Este conglomerado de países cuyas características principales son: Sus economías emergentes, con grandes territorios y población, que no forman parte de los países de las economías desarrolladas del mundo occidental. En ese sentido compiten con el “G-7” integrado por Estados Unidos, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y Canadá. Su eje de construcción no es un mundo uni o bipolar, sino la necesidad de construir un futuro multipolar.
Caben algunas breves reflexiones sobre esta decisión.
Dependiendo de quién gane las elecciones se podrá verificar si Argentina realmente se va a incorporar o no a este agrupamiento. Las dos grandes fuerzas opositoras, JxC y Milei, ya manifestaron su dura oposición.
La
incorporación de nuestro país a ese conglomerado mejora nuestras posibilidades
de intercambio comercial con países con los que ya tenemos buenas relaciones.
Por ejemplo: 8 provincias argentinas (Catamarca, Chaco, Entre Ríos, Formosa,
Jujuy, La Pampa, San Luis y Santiago del Estero) ya tienen a China como
principal destino de sus exportaciones, lo mismo ocurre con nuestras
exportaciones de carne, poroto de soja y otros variados bienes.
La incorporación a los BRICs cuestiona las aspiraciones de los EEUU de tener a nuestro país como un socio dependiente y peón de brega. El Embajador de los EEUU ya lo reconoció metafóricamente diciendo: “Para bailar el tango hacen falta dos”.
Por último, esta decisión de los BRICs, demuestra el escaso conocimiento de nuestra Cancillería sobre las posibilidades de la principal y más valiosa política exterior de los últimos tiempos: Se suspendió el viaje del Presidente Alberto Fernández porque se suponía que una decisión favorable sería imposible. La gestión de Lula demandando una mayor presencia geopolítica de la región mediante el aumento de los miembros de los BRICs inclinó la balanza y, contra nuestras previsiones, se decidió lo inesperado, por lo menos para nuestra Cancillería. Fernández se perdió el festejo de nuestra mejor política internacional. -
JUAN
GUAHÁN
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