Editoriales Rebeldes
MARZO: UN MES DE MUCHOS Y ENTRELAZADOS RECUERDOS
Desde hace muchos marzos, este mes se transforma en un tiempo simbólico. Para muchos es como si, en aquel de 1976, la historia se hubiera congelado. En consecuencia, aquel 24 de marzo aparece como una irrepetible divisoria de aguas.
El Nunca Más, que aquel genocidio dejara como legado para las nuevas generaciones, era la constancia de que aquello jamás se debería repetir.
Los inéditos 40 años de esta democracia LIMITADA prueban la profundidad de aquella exhortación.
Pero también marcan sus límites, porque el saqueo y la entrega siguen vigentes.
Hoy, mientras estamos transitando las cuatro décadas de aquellos acontecimientos, la porfiada realidad trae nuevas situaciones. Diferentes protagonistas que golpean a las puertas de la historia pidiendo, demandando, exigiendo mayores explicaciones. El hoy exhibe, para la tragedia cotidiana de nuestra sociedad, una debilidad de respuestas que hace crecer las preguntas y las dudas que ellas encierran.
Hace algunos días, Estela de Carlotto, la respetada Abuela de Plaza de Mayo, advirtió al cristinismo - con el cual se identifica - que no sería bueno mezclar esa fecha con reclamos políticos de coyuntura, dijo: “Yo creo que Cristina el 24 no va a hacer esa manifestación porque es exclusivamente el recordatorio de un golpe de estado, de la desaparición de 30 mil personas y de 500 bebés nacidos en cautiverio”. Sin embargo, los seguidores de Cristina procuran llamar la atención y trajeron a ese recordatorio sus reivindicaciones contra lo que denominan la “proscripción” de la actual Vice Presidenta.
Sin embargo, este marzo puso en evidencia que son muchas y variadas las cuestiones que cada 24 contiene y expresa.
A 47 AÑOS DEL GOLPE GENOCIDA
Este viernes se cumplieron 47 años del golpe genocida. Fue, ni más, ni menos, que la ofensiva de los EEUU ante el avance de las fuerzas populares en distintos países de la región (Chile, Bolivia, Uruguay, entre los más cercanos).
Es obvio que, al menos en el caso argentino, hubo factores internos que terminaron de definirse cuando Perón se inclinó por la dirigencia sindical más tradicional, que confrontaba con las importantes franjas juveniles que habían estado al frente de la previa lucha contra la dictadura, facilitando su exitoso retorno después de un prolongado exilio.
A partir del 1° de mayo de 1974, cuando la confrontación entre Perón y la juventud se hizo evidente, se fue consolidando el poder de los sectores peronistas más lejanos a las propuestas que habían marcado el regreso del anciano líder y las elecciones de 1973. La muerte de Perón y un gobierno que se fue vaciando de contenidos, constituyó el preludio del golpe de 1976.
A 40 AÑOS DEL FIN DE LA DICTADURA
A la impunidad y los crímenes de la “Triple A”, de los tiempos de Isabel y López Rega, le siguieron la impunidad - aún mayor - y los crímenes - más generalizados - de la Marina, el Ejército y la Aviación, la “Tres Armas”, dirigidas por Massera, Videla y Agosti.
El país se fue llenando de cárceles clandestinas, (los “chupaderos”), donde la detención sin tiempo, ni forma - como lo precisaría Rodolfo Walsh - fue un símbolo de esos tiempos. Mientras la economía se abría sin límites al exterior, con una desindustrialización de la que nunca nos recuperamos, el pueblo perdía sus mejores hijos, junto con sus derechos y futuro. Como emblema del mandato imperial que venían a ejecutar, dos tercios de los desaparecidos eran trabajadores organizados.
A pesar de que se aceleraba una caída que parece no tener fin, la resistencia de millones de trabajadores y el sacrificio, sin límites, de aquella juventud indomable hizo ver a los genocidas que una victoria sería imposible.
Retirarse, salvando del naufragio al sistema, fue la nueva consigna que venía del norte.
Los tradicionales partidos políticos llenarían la ilusión de los tiempos por venir.
ESTE MARZO Y LAS INCERTIDUMBRES DEL FUTURO
¡40 años de democracia, 43,1% de pobreza. Lxs 30 mil desaparecidos no pelearon por esta democracia! Sin dejar de reconocer el valor de las libertades reconquistadas, la consigna precedente - vista en los recientes recordatorios del 24 de marzo - es una buena síntesis de estos largos años transcurridos, desde que Raúl Alfonsín asumiera el gobierno el 10 de diciembre de 1983.
En estos 40 años desfilaron diferentes gobiernos, con desigual fuerza y distintos resultados, pero si trazáramos una línea que atara a estas cuatro décadas, el resultado final es el vergonzoso dato que figura en la consigna inicial.
Muchos pueblos atraviesan situaciones difíciles, pero ninguno tiene un nivel de desigualdades e injusticias como el nuestro. No podemos tolerar que esa situación sea aceptada y naturalizada.
La riqueza de su tierra, el sacrificio de
tantos compatriotas, no merece tamaño despropósito.
La profundización del deterioro, un modelo productivo que destruye la naturaleza, la entrega de la soberanía nacional, la creciente disgregación social, nos acercan al riesgo de la descomposición territorial.
Pero los nativos, el pueblo pobre, el interior sometido, los mismos que hicieron posible - con su sangre derramada - la independencia política en los inicios del Siglo XIX, y que fueron aniquilados para construir esta realidad copiada del modelo impuesto por los conquistadores, siguen siendo la reserva moral y física de ésta, nuestra sociedad.
En ellos debemos confiar. –

JUAN GUAHÁN
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